domingo, 25 de marzo de 2012

Incandescencia Glacial, Capitulo 7



Incandescencia Glacial
Capitulo 7, “Traicion”.

Pov. Claire

Las olas de la playa tenían una apariencia enfadada, parecían furiosas, como si de repente se fueran a tragar a alguien y a sumergirlo en sus infinitas profundidades, mientras caminábamos por ese conocido camino de diminutas piedras y arena blanca hacia el coche, reinaba un silencio sepulcral, era una escena bastante incomoda, mire a Collin que llevaba la manta,  mi mochila y los álbumes con un solo brazo, tenía una sonrisa bien marcada en su cara, y miraba un punto fijo pero sin dirección en la lejanía, pude percibir que pensaba en algo feliz.
-¿En qué piensas?- pregunte sacándolo de su ensoñación y tomándolo totalmente desprevenido-
-En la chica… ya sabes… la que me gusta y en que quizás, solo quizás, ella me quiere un poco, como amigos, pero me quiere y eso para mí es un gran inicio- dijo sonrojándose dándole a sus mejillas un fuerte tono carmesí, lo cual le dio un aire infantil a su cara, era tan tierno…
-¿Qué quisiste decir con eso de que Vanessa estaba enamorada de ti?- pregunte con voz baja de repente, sintiendo en mi interior un incómodo nudo en el estómago, fue tan fuete el espasmo que sentí en ese momento que me dejó sin aliento….
-Ya me preguntaba yo porque no habías dicho nada, eres tan curiosa, pues… fue hace mucho, mucho tiempo, pero hay cosas que no se olvidan de la noche a la mañana o bueno de años tras años…- dijo con una nota de melancolía en su voz, y con una mirada triste, tuve el deseo de preguntar qué había pasado, pero me mordí la lengua, ya le preguntaría a Van, pero entonces hablo.- fue simplemente cuando ella tenía más o menos tu edad, se la pasaba aquí en la Push, porque “gustaba de mi”- dijo a la vez que hacia las comillas con sus dedos- era gracioso, cada vez que tú y ella venían yo tenía que… no importa, pero luego se le paso…- sus estruendosas carcajadas, retumbaron en todo el bosque, no me di cuenta del espacio, tiempo, de nada… en cuanto vi su maravillosa sonrisa, era perfecta, tropecé con una piedra y por poco me voy directo al piso, logre recomponerme al instante y prácticamente corriendo me subí al asiento copiloto, mi cazadora me picaba, tenía demasiada arenilla de playa incrustada en la tela, me la quite y la arroje al asiento trasero, después la cogería,  trate de acomodarme, pero la cabina era gélida, y a los pocos segundos mis dientes estaban castañeando y produciendo sonidos poco agradables,  lo noto y de una manera enérgica me halo hacia él y me acomodo en su pecho, me recordó mucho el abrazo de esta mañana, solo, que a diferencia de hace unas cuantas horas no hubo ningún beso, mi cabeza estaba apoyada, de tal forma que mi nariz chocaba con su cuello, inhale su fantástico olor extasiándome con su fragancia, mi corazón iba a mil por hora, esto era tan diferente, tan…. Distinto…
-Cómo es posible de que por 14 años te haya tenido delante de mí y pareciera ser la primera vez que te veo, créeme siento esa sensación cada día… al ver tus ojos.- Me dijo en un susurro estrechándome entre sus cálidos y portentosos brazos.
- Pues creo… creo que realmente necesitas pedir una cita urgente con tu oculista, tus ojos van mal…- dije tragando saliva y tratando en vano de sonar graciosa, no logre descifrar el doble significado que emanaban de sus palabras, en ese instante sentí como si un fuerte huracán llenara mi corazón, volcándolo todo a su paso, y dejando sensaciones, emociones y sentimientos nuevos en mi… pero algo era muy patente, el sentimiento más fuerte que se plantó ante mi “traición” pensé, “Quil” no sé porque en momentos como estos me sentía de esta forma, una parte de mi necesitaba tenerlo fuera de mi vida, quizás él tendría razón yo era una cría para él, pero otra parte estaba a su lado, se negaba a arrancarlo de mi ser, es que él era tan… necesario para mí, si necesario.
¿Estaba nerviosa? ¿Cómo no iba a estarlo?, yo estaba hecha un manojo de nervios en ese momento, no encontraba una razón potente para lo que me sucedía, “Collin es simplemente mi amigo, solamente eso, mi amigo, además yo quiero a…”, pensé, pero automáticamente deje ese pensamiento colgando…
-¿Tú también gustabas de ella?¿tuvieron algo?- pregunte, algo en mi me daba una respuesta positiva automática, mi intuición, supuse, escondí mi cara entre su hombro y su cuello y deje mi aliento sobre este, lo sentí estremecerse ante aquel contacto, no quise que viera mi cara, no quería que notara el profundo dolor incrustado en mis facciones, producto de aquel pasado, no podía pensarlo al menos, porque ya era doloroso, él y mi hermana, juntos, compartiendo besos, caricias, miradas, no… no podía pensar en aquello…
-No hablemos de eso, ya hasta olvide todo aquel rollo de tu hermana, eso no era importante…- rio por lo bajo, y sin separarse de mi puso en marcha el coche, miraba fijamente aquella conocida autopista vacía, “como si eso fuera posible” me pareció escuchar, pero lo había dicho con un susurro tan bajo que quizás yo habría escuchado mal y habría confundido sus palabras.
Estaciono el coche justo al lado del tan conocido Volkswagen de Jacob, “¿nos vamos a bajar aquí?”, pensé en mi fuero interno, al parecer noto la confusión que me producían sus actos, reflejados en mis ojos….
-Hoy no voy a patrullar, no de noche, lo hare mañana, a eso de las 10, ya es más o menos tarde y además no quiero mañana tener que venir hasta aquí temprano a dejar el coche, es que… le he pedido a Jake que revise el motor, no es nada… pero quiero que un ruidito no pase a mayores…- me dijo sonriendo al tiempo que se apresuraba a bajar, rodeo el coche por delante, observe detenidamente como abría mi puerta y me ayudaba a bajar.
-Espera aquí- me dijo con un suave susurro, alrededor de cinco minutos volvió, traía las manos en los bolsillos, y su cara estaba demacrada, bañada completamente en amargura, algo malo había pasado allí adentro, lo sabía, y esta vez mi intuición sí que no me fallaba, se veía realmente cabreado, esto no era normal en él, él siempre estaba de buen humor, por algo era Collin el cómico, en cuanto fijo su vista en mí, sus facciones dieron un giro de 360 grados, su rostro mostro muchas emociones al tiempo, tranquilidad, paz, alegría…
-listo, vamos…- me dijo un poco más enérgico, suspire tranquila, volvía a ser el Collin que yo tanto conocía, tomándome fuera de base entrelazo nuestros dedos, tan solo con notar su cálida mano, mi corazón empezó a dar tumbos, mi mano derechas sudaba por debajo del yeso, me pregunte si no sentiría los temblores constantes de mis dedos.
Comenzamos a caminar sobre la tan conocida carretera, así, con nuestras manos unidas, la distancia entre la casa de Jacob a la casa de Collin estaba a eso de 20 minutos caminando, nadie dijo nada, el silencio se colaba entre nosotros de una manera prudente y cómoda; el perfecto atardecer se dejó notar por sobre las pobladas nubes, los colores naranjas y rosas bañaron la tarde, y luego la oscuridad sombría y glacial cayo ipsofacto en tan solo un parpadeo, dándole la bienvenida a la sepulcral noche.
Íbamos a mitad de camino cuando de repente sentí una gruesa gota de agua, símbolo de lluvia caer sobre nuestras entrelazadas manos, al instante fuertes y gruesos goterones punzantes comenzaron a caer como si de meteoros se trataran.
-¡Mierda! Claire, ¿Dónde está tu cazadora?- pregunto señalando mi yeso.
-¡Ay por Dios! ¡Me la he dejado en tu coche!- dije mirando mi yeso descubierto con una expresión horrorizada en mi cara, mi camisa manga larga era lo suficiente ajustada como para no poder cubrir mi yeso con ella, además toda el agua se filtraría por la fina tela.
En un movimiento sorpresivo, Collin soltó nuestro amarre y se liberó de su camisa azul, me quede medio estúpida e hipnotizada, “Valla ¡Que chico!, yo que había pensado que Collin era de los más flacuchos de la manada, pero que equivocada estaba, ¡Claro! ¡Pero si estoy ciega!”, pensé, su masa corporal doblaba la mayoría de la de los chicos de la manada, su piel cobriza perfectamente combinada con un tono amarillento destellaba sobre la noche, la luna le daba un color especial, sentí la necesidad, las ganas de palpar su pecho, sus abdominales, descubrir las facetas de su piel, mis manos picaban, esto era incomodo…
-Ven aquí- dijo a la vez que me halaba hacia él, cubrió como si de una venda se tratase mi yeso con su camisa, cuando termino de hacerlo cubrió mis hombros con su brazo derecho para tratar de caldear mi gélida piel, pero era inútil cualquier intento de protegerme de la lluvia, estábamos los dos empapados completamente.
Comenzamos a correr hacia su casa a un paso humano cosa que agradecí al cielo, cuando llegamos, la casa de Collin al parecer estaba deshabitada, en el porche Collin abrió con una llave que tenía en sus bolsillos la puerta principal, entramos al interior, y llegamos a la sala de estar en la cual se encontraba una gran chimenea encendida en el centro, no me senté en ningún mueble por miedo a empapar la tela, me quede de pie en la mitad de la estancia mientras que Collin subía las escaleras, al parecer rumbo a su cuarto…
Me acerque a la chimenea encendida y ubique mis palmas muy de cerca al ardor de las llamas que los leños producían con el fin de calentar mi gélido cuerpo.
Contemple detenidamente las fotos que se encontraban ubicadas encima de la chimenea, en una especie de repisa, en todas las fotos aparecían personas felices, señal de buenos recuerdos, en la primera foto se observaba una joven pareja, como fondo podía reconocer la media luna que se formaba en Firts beach, la foto era a blanco y negro, pero aquello no era impedimento para que no pudiera distinguir bien las siluetas, la feliz pareja se encontraba cogidos de la mano, el hombre tenía un aire a Collin, aunque sin tantos músculos, pero igual o incluso un poco más bajo, a pesar de los colores tan mates pude distinguir sus rasgos indios fijos y notables en su cara, al igual que su piel morena, la mujer era otro caso ella era… era simplemente hermosa…
Su piel era tan blanca que contrastaba con los colores grises y negros de la foto, sus facciones eran tan finas, delineadas, era preciosa en toda la extensión de la palabra, era lo más parecido a una estrella de cine, su tamaño era diminuto frente al de aquel hombre, ella podría decirse que tendría unos 18 años y el unos 20, olvide el resto de las fotos y me entretuve grabando en mi mente cada pequeño detalle de esta.
Mi corazón se sobresaltó cuando unos fuertes y cálidos brazos se envolvieron alrededor de mi cintura, mientras que mi espalda reposaba sobre su pecho…
-¿Qué tanto vez?- me dijo en un suave susurro, su aliento se esparció en mi oído, toda la piel de mi nuca se erizo instantáneamente ante su osado gesto.
-¿Quiénes son estos?-  dije a la vez que con mi mano izquierda señalaba nerviosa las antiguas y vigorosas fotos.
-mmmm, en la primera foto están mis padres.
-Tu madre es preciosa… ¿Dónde están tus padres? ¿Qué les paso?- Pregunte, solo para tratar de cambiar el tema ante los fatales nervios que tenía al sentir su aliento sobre mi oreja; automáticamente me arrepentí de haber preguntado, sus brazos se tensaron a mi alrededor y la energía se tornó pesada, me deshice de su amarre con dificultad, quede frente a él y con movimientos nerviosos coloque la palma de mi mano izquierda sobre su mejilla, su expresión era torturada, quise patearme mentalmente, tenía su ceño fruncido, sus labios carnosos apenas y parecían una línea recta, tenía arrugas en su frente y en sus ojos pude ver martirio, dolor, tristeza y por supuesto… más dolor.
Con ayuda de las yemas de mis dedos trate de deshacer las arrugar de su frente una y otra vez, al ver que era imposible envolví con mis brazos su cuello, tuve la necesidad de empinarme a todo lo que daban mis pies, con el fin de besar su mejilla, pero lo único que conseguí fue que mi cara quedara sobre su clavícula, el suspiro y hundió su rostro en mi pelo, luego tomo una gran bocanada de aire.
-Mi padre murió, hace unos cinco años, y bueno… mi madre, ella se fue con mi hermano Cameron y con Cindy… lejos, muy, muy lejos de aquí, ahora mi familia vive en Lancaster, california, mi madre nunca viene, no soporta estar aquí desde que mi padre murió, los recuerdos la atormentan, nunca volvió a pisar esta casa, y bueno…
-Lo siento, no debí haber preguntado.
-Tranquila pequeña, todo está bien, ahora que estas aquí, conmigo…- dijo a la vez que me alzaba repentinamente por mi cintura de tal manera que nuestras frentes quedaron pegadas, “¿Qué está pasando?” pensé, pero no encontré respuesta alguna, mi mente solo podía gritar incoherencias acerca del suceso que estaba ocurriendo, mis procesos mentales estaban totalmente desequilibrados y mi respiración se volvió repentinamente entrecortada, perdí la noción del tiempo en el momento en que sentí como un suspiro abandonaba su boca y su aliento se introducía por mis fosas nasales, era un olor exquisito, cálido como a madera, hierba, bosque…
En mi mente un dilema florecía repentinamente y para ser totalmente sincera no tenía la menor idea de cómo enfrentarme a esto, por una parte mi voz mental menos moral me gritaba: “!BESALO!”, hasta el punto de esto convertirse en una orden, al tiempo por mi mente pasaban vertiginosamente un sinnúmero de imágenes junto a Collin, estos días habían sido maravillosos a su lado, quería darle un beso, “mi primer beso”, corrigió mi subconsciente, pero mecánicamente fui devastada por la otra cara de mi dilema, una opción cuyo nombre era torturante, “Quil”, un pensamiento se repetía una y otra vez “Para, esto no está bien, él no es el indicado”, y yo sabía quién si era el indicado, pero a que opción recurrías cuando la vida se encargaba de recriminarte, con Quil cada vez que me acercaba un paso él se alejaba “!y de qué manera!”, chillo aquella voz interior orgullosa y arrogante, pero a la vez sabía que el único herido en esto sería Collin, no lo merecía, él era un buen chico, además, “el solo se está dejando llevar, Claire, él quiere a otra chica, eso tú lo sabes, no veas cosas donde no las hay”, me tense ante aquel melancólico pensamiento, era cierto, él no me quería, “él no me quiere”, corregí.
Separe nuestros rostros. Se sorprendió al notar mi duro e inexpresivo semblante y con suma precaución me deposito en el suelo.
Estaba cabreada, ¡mierda!, era cierto él no me quería y aquello me chocaba, desenvolví su camiseta mojada de mi brazo y la deje en mis manos, camine hacia la puerta principal, dejándolo solo a mis espaldas, deje la camiseta en el perchero que se encontraba junto a la puerta, iría caminando hacia mi casa, total que más daba estaba empapada.
De dos zancadas me alcanzo y justo en el porche me tomo del brazo izquierdo, sin articular una palabra me ofreció una camisa de cuadros bastante grande, era verde con toques negros, me di la vuelta de regreso a la casa otra vez, solo que mil veces más enrabietada,  me dirigí al baño principal sin decir una palabra, me quite mi camisa morada que estaba empapada, dude en quitarme mi sostén, me lo deje puesto,  me coloque la amplia camisa, cuando había abotonado la mayoría de los botones me dirigí al porche, estaba de pie recostado sobre la puerta abierta, nada más llegar me ofreció una cazadora negra, inmensa, él tenía en sus manos un paraguas y se había cambiado, ahora llevaba una camiseta blanca, unos jeans, y unos tenis rojos, tome mi mochila que estaba en el perchero, adentro estaba mi álbum, Collin de seguro ya había sacado el suyo, metí mi camisa morada dentro sin preocuparme por mojar algo, salimos al porche, el cerro la puerta y abrió el paraguas negro, era desproporcionado, como para un oso, pero por supuesto, en los brazos de Collin se veía diminuto, me coloque la cazadora de mala gana y ubique la capucha sobre mi cabeza antes de salir al descubierto ante aquella espeluznante tormenta.
La casa estaba totalmente apagada, solo estaban prendidas las lamparillas del porche, faltaban unos 20 metros para llegar a casa, el camino hacia  aquí había sido desolador, ninguno de los dos articulo palabra alguna durante todo el trayecto.
-Claire…- dijo en un bajo susurro, me tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos, solté su amarre con frialdad y rudeza, subí los escalones del porche como un tigre y me detuve frente a la puerta, ¡mierda!, había dejado las llaves en mi chaqueta, mi chaqueta estaba en el asiento trasero del coche de Collin, y el coche de Collin estaba en la casa de Jacob, “¡Genial Claire!, Collin 1- Tu 0” pensé, si tocaba el timbre de seguro despertaría a alguien y en esos momentos era lo que menos quería.
-Claire…- dijo de nuevo con un tono melancólico y suplicante, me di la vuelta rápidamente, ofuscada, cabreada, enrabietada, y todos los sinónimos posibles para furiosa, pero para lo que no estaba preparada era para la fuerza de sus hipnóticos y aturdidores ojos cafés, que me reclamaban y me atraían de una manera distinta y desconocida hacia él.
Coloco uno de sus brazos alrededor de mi cintura y me sello contra su cuerpo, nos fundimos en aquel momento, en el que entre nosotros no hubo un solo centímetro de distancia, nuestros cuerpos se amoldaban de una manera extraña, coloque nerviosa y con dedos trémulos mi mano izquierda sobre su corazón, para poder sentir sus latidos.
“¡Dios Santo! ¡Este hombre va a sufrir un infarto!”, pensé, su corazón iba  a mil por hora, entonces lo supe con total certeza él estaba igual o más nervioso que yo, eso descoloco mis sistemas mentales, ¡¿Qué era esto?! ¡Se sentía atraído hacia mí, obviamente! ¡¿Y si no?! ¡Entonces porque estaba tan nervioso!, me deje llevar por mi primera opción, si, se sentía atraído hacia mí, o eso era lo que me decía su corazón.
Sus ojos flameaban atracción y una pizca de travesura por todos los costados, sentí que inclinaba su cabeza hacia mí, y que de igual forma, levemente me levantaba, cuando me sentí levitar en sus brazos, deje mi mano sobre su corazón y con mi mano derecha toque su mejilla, su rostro se acercaba cada vez más al mío, pego nuestras frente frágilmente y suspiro con satisfacción, nuestras narices se rozaban y justo cuando sellaríamos este día con mi primer beso, los dos pegamos un bote al escuchar la bocina de un auto al aproximarse, me deposito rápida pero suavemente sobre el suelo y con su mano acaricio mi mejilla y luego retiro su mano rápidamente.
Mis mejillas fueron bañadas por un fuerte torrente de sangre al notar lo que iba  a pasar, en su cara se expandía una enorme sonrisa de oreja a oreja, la palabra “VICTORIA” relucía con intensas luces de neón en su frente.
Solté un bufido al ver al gran personaje que avanzaba hacia nosotros dejando su Nissan sentra azul metálico, estacionado en la acera, dentro del auto podían observarse dos figuras, mas no quería que me pillara viéndolo a él y a sus dos acompañantes como toda una cotilla.
-Collin- dijo con un tono mordaz en su voz, -Claire- dijo exactamente en el mismo tono, me ofendió ese gesto de su parte, el jamás se había dirigido hacia mí de esa manera, y yo que lo echaba tanto de menos, cada segundo sin el dolía como una estaca enterrada en el corazón, y podía sentir por dentro como con cada segundo lentamente una parte de mí se congelaba, lejos de él, de su calidez.
-Quil- dijo Collin realmente cabreado, ya me veía venir yo a que se debía su cara.
-¿Los he interrumpido?- miro a Collin con una sonrisa de inocencia, -Que pena…- Murmuro con chulería, al tomar el silencio como una afirmación, -¿Collin, ¡se puede saber que mierda hacías!?- tomo una gran suspiro antes de hablar, -al fin no dañaremos el momento, ya tu y yo hablaremos muy bien de esto, queda claro que no te quiero cerca de ella, o si no…. Si la tocas, yo mismo te matare, cuida muy bien donde pones tu sucia boca, ¡Hey! ¡Chicas! ¡Vengan aquí!- grito dirigiéndose a las sombras que se encontraban en el interior de su auto, como si no hubiera dicho nada antes, ¿que era esto?, ¿Quién se creía, mi padre, tío Sam?, ya lo hablaríamos, estúpido, creía que me alejaría de Collin, ya lo veríamos, estúpido amigo posesivo…
Dos chicas se bajaron de su auto  al unísono, la que se encontraba en el asiento delantero era demasiado, demasiado guapa, su cabello era rubio y ondulado, le caía hasta sus caderas incluso igual de largo que el mío, era alta y tenía un cuerpo de modelo, esbelto y muy bien formado, al acercarse a mi pude percibir sus ojos color miel, aparentaba unos 20 años más o menos…
-mucho Gusto, Sara Smith- me dijo estirando la mano hacia mí.
-Un placer, Claire- dije estrechando, luego tomo la mano de Collin…
-Collin- contesto el indiferente y con una mueca extraña en su cara.
De repente percibí como la otra chica tenía su mirada hambrienta soldada a Collin, se lo comía con la mirada, lo repasaba de arriba abajo sin pudor alguno, me enfureció tanto su forma de verlo, tenía unas ganas irrefrenables de arrancarle los ojos y guardarlos como un recuerdo simbólico para cualquier estúpida que se atreviera y tuviera las agallas para fijarse en él, el, la miro fugazmente haciendo la misma leve mueca con su boca y luego enfoco sus ojos en los míos, cabreada desvié su mirada y me fije en ella, era una chica de aproximadamente 18 años, su estatura era igual o un poco más baja que la mía, ni siquiera mire su cuerpo, solo percibí su gran sonrisa coqueta que dejaba vislumbrar unos diminutos aparatos metálicos, los cuales hinchaban levemente su boca, su pelo Cataño claro con arreglados bucles que caían como una cascada hasta la mitad de su espalda y sus grandes ojos chocolates, que se encontraban debajo de unas delineadas y poco pobladas cejas.
Carraspee fuertemente para que quitara la vista de “MI” Collin, y en un arrebato loco tome la mano derecha de este con mi mano izquierda y entrelace nuestros dedos apretando nuestro amarre y con mi pulgar lo acaricie dibujando círculos en un costado de su mano, todos notaron mi gesto de suma y exclusiva aunque no oficial pertenencia, luego solté su mano, alzando la barbilla arrogantemente, y levante la mano hacia ella…
-Claire Young- dije solemnemente, ella levanto su mano y estrecho la mía dedicándome una mirada en la que percibí vergüenza, picardía y que irradiaba discordia, con una sonrisa entre coqueta, cálida y chulesca dijo:
-Hope, Jenn Hope Smith.-
AGRADECIMIENTOS:
Primero que todo gracias a todos por sus comentarios :D, son tan positivos hacia el Fic, ¡ ES ESPECTACULAR, ESAS PALABRAS ME ANIMAN!, En especial quiero darle las gracias a 3 personas muy especiales que me han inspirado a realizar este capítulo:
*Gracias infinitas a mi mama por todas sus palabras de admiración y orgullo, aunque a veces puede ser un poco vergonzosos, gracias por “HOPE”, es genial tener un deja-vu con ese nombre, gracias por dármelo para mi Fic, será un gran personaje.
*Gracias a Jenn Smith, eres lo más cercano a la perfección en cuanto a mistad se refiere y en otras demasiadas cosas, de verdad ERES DEMASIADO PERFECTA a veces ese pequeño detalle puede ser aturdidor, Gracias por darle nombres a mis 2 BAD-GIRLS, llevan tu nombre, y por supuesto Jenn tu personalidad, has inspirado este capítulo, anti vampiros, were-wolfs, mistic-world y bueno anti todo lo sobrenatural, deberías agradecerme, es un capitulo muy humano!, y gracias porque aunque no te gusta crepúsculo, quieres leer este Fic solo por mí, eres PERFECTA!
*Gracias Carito! Porque de no ser por ti este Fic todavía estaría reservado a la exclusividad de mi libreta mágica…
“Esta vez la traición tenía otro matiz, emocional, no sentía indignación sino tristeza. No había razón para enfurecerse, no se había roto un pacto previo de exclusividad, no se trataba de abandono o perdida, nadie  había violado sus derechos, y pese a todo, se sentía relegada, víctima de la indiferencia, injustamente desalojada de una amistad que le pertenecía.”
Walter Riso/ Amor, Divina locura.
Sin más, un beso y gracias a todos, NatalieMars.

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