domingo, 25 de marzo de 2012

Incandescencia Glacial, Capitulo 9



Incandescencia Glacial
Capitulo 9, “Secuelas vampíricas Pt.1”

Pov. Claire

-Hola- dijo esbozando una peculiar sonrisa y dejando relucir sus alineados dientes. Estaba presa del pánico y del miedo que me producía aquel ser tan perfecto el cual solo podía relacionarse con un ángel, y a su vez tan demoniaco, como un huésped enviado del mismísimo infierno, era una dicotomía la cual no estaba dispuesta a estudiar, era un error el cual quería desaparecer, suprimir definitivamente de mi vida.
Poco a poco fui poniéndome de pie, encarándolo, reuniendo fortalezas dentro de mí para no romper a llorar y a gritar como una loca maniática desesperada, los metros que nos dividían eran mínimos y a decir verdad, esto hacia la situación un poco más desesperada, ya que ninguna longitud lo suficientemente extensa, sería suficiente entre nosotros, en mi fuero interno se mantenía una leve y estúpida esperanza de que en el mas mínimo descuido por su parte, yo podría salir corriendo y como fuera pirándome de allí, dejándolo atrás junto con el miedo que me embargaba en ese momento.
-¿Cómo te llamas?- dijo acercándose un paso, ¿acaso creía que no sabia lo que era, aun cuando estaba viendo mi pétrea reacción?; de una manera automática y prácticamente mecánica, retrocedí un paso dejando que las pequeñas olas de la orilla empaparan por completo las botas de mis ajustados jeans.
Este sin lugar a ninguna duda era el suceso más aterrador y frustrante por el cual en mi corta vida había pasado, jamás había estado cerca de la presencia de vampiros, la cercanía más próxima a esos aterrorizantes monstruos presentes para mí solo en las más escalofriantes y tenebrosas pesadillas era mi amiga Renesmee, y en mi defensa ella es un hibrido que se alimenta de comida humana y que bebe sangre de animales para sostener su vitalidad, pero este contexto era totalmente diferente, sus ojos poseían un profundo y atemorizante color,  como si se tratara del mas deslumbrante y fino ónix (ónix es una gema preciosa, de color negro), sus manos estaban cerradas y apretadas en puños hasta tal punto que parecía como si sus nudillos fueran a saltar de lugar, en su rostro tenía una sonrisa cálida, o eso creía el, ya que para mí era espeluznante, mi corazón bombeaba sangre a mil por hora y a pesar de esto sentía mis brazos y mis piernas tan flácidos como si estuvieran en un estado gelatinoso, todo mi cuerpo tiritaba hasta el punto de vibrar no solo por la temperatura gélida del agua, sino también por el pánico que provocaba en mi ese igual aterido ser.
¿Qué se suponía que debía hacer?
-Vale… ya que no hablas… yo soy Ian Thompson, un placer.- dijo a la vez que extendía una fina y perfecta mano hacia mí, por puro y simple instinto de supervivencia retrocedí otros tres pasos, como si esto fuera suficiente, para que entendiera como menospreciaba su presencia, como quería que se largara de aquí, el agua ahora llegaba a mis rodillas, y sentía como la hipotermia hacia acto de presencia sobre todo mi cuerpo.
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?- dijo a la vez que fruncía su seño formando líneas en su frente, y arrugando ligeramente la nariz, a la vez que paso a paso venia acercándose y mojando sus jeans negros, hasta ese mismísimo momento no había reparado su ropa, llevaba con él una camisa manga larga gris que dejaba ver muy claramente sus robustos e inflexibles brazos vigorosos a la vez que su formidable pecho, usaba unos jeans negros y unos zapatos negros que solo se veían a través de la cristalina agua, sobre su cuello colgaba una cadena de lo más extraña. Era dorada y su dije era un sol el cual tenía muy bien grabado y tallado sus rayos con un relieve de ensueño, parecía una obra de arte hecha por el mas magnifico, cuidadoso, delicado y detallista labrador.
Al verlo con una cercanía tan próxima a mi ser, mi patidifusa mente solo ordeno “¡CORRE!”, y así lo hice, corrí a todo lo que daban mis  piernas, cortando a mi paso las pequeñas corrientes que se cernían sobre la orilla y chapoteando el agua, como lo hacía de pequeña solo para empapar de agua a los que se me acercaban, seguí adentrándome y corriendo sobre la firme arena, tan solo alcance a llegar a aquella línea divisoria que causaban los arboles cuando en un instante ínfimo lo tenía delante de mí.
-¿A dónde vas? Al fin te he encontrado, ¿Crees que te iras? ¿Qué te dejare ir?- me dijo con una espléndida y a su vez estremecedora sonrisa, lo esquive dejándolo a mis espaldas y Salí corriendo internándome aún más en el bosque, toreando arboles sin control; voltee varias veces a mi reversa, pero al parecer se había ido y no se veía nada, creí y llegue a jurar que lo había perdido, pero esa frágil y delirante esperanza se fue tal como había llegado cuando escuché un ruido procedente de mi espaldar, gire mi cabeza hacia atrás para solo encontrarme con el familiar y muy peculiar verde bosque; cuando guie mi vista hacia el frente para no tropezar y caer con algo, mi corazón se detuvo abruptamente al ver como de repente aparecía ante mí y creaba alrededor de mi cuerpo una jaula con sus frígidos brazos. Chocar contra un muro inquebrantable de acero reforzado, no era nada comparado con el dolor que sufrí al chocar contra él. Sentía mi cuerpo quebrado e inestable como si en un instante todo de mi fuera a colisionar, en tan solo un exiguo segundo me encontraba acostada sobre las hojas y lo tenía a el sobre mi cuerpo, sosteniéndose en sus rodillas y con sus manos sobre el suelo, ubicando sus brazos uno a cada lado de mi cabeza, estaba a un palmo de mi cara y su dulce, fresco e hipnotizador aliento se colaba por mis fosas nasales, al igual que su cuerpo desprendía frio como si de un objeto congelado se tratara, acerco mucho más nuestros rostros hasta llegar al punto en que nuestras narices se rozaban, ante su gesto solo pude gritar a todo lo que daba mi garganta expulsando completamente el aire que poseían mis pulmones.
-Ssshhhhh-. Dijo a la vez que ponía uno de sus largos, níveos , fríos y duros dedos sobre mis labios, -Yo no te hare daño, te lo juro- sonreía, y me miraba con una ternura que me impactaba y me dejaba petrificada, mientras que rozaba mi mejilla con sus labios, logre zafar con mis manos su dedo de mi boca y al tocar su mano sentí como si una corriente eléctrica me recorriera entera.
-¡Apártate! ¡Suéltame!- grite como loca antes de que otro grito ensordecer saliera de mis labios.
Beso mi mejilla con locura, haciendo que todo mi cuerpo vibrara debido a los escalofríos que su gélidez me producía, con una de sus manos sostenía mi nuca, y con la otra frágilmente tapaba mi boca, trataba con todas mis fuerzas de ladear el rostro y ponerme gritar otra vez pero era imposible, mis manos estaban en su pecho, en sus manos, tratando de alejarlos de mí, de evitar aquel extraño y espeluznante suceso que estaba sucediendo, esto era una locura, esto era sin duda la peor de mis pesadillas hecha realidad.
De repente se escuchó un fuerte gruñido, fue tan potente, que sentí el piso temblar bajo  mi cuerpo, un borrón sacudió al espectro enviado del infierno y bebedor de sangre que poseía sobre mí, apartándolo varios metros, el vampiro se recompuso al instante, y corrió con una velocidad tan ágil y rápida que en menos de un parpadeo me había tomado en brazos y me había llevado a una zona bastante apartada de donde nos encontrábamos, causando con esto que mi cabeza solo se aturdiera más y que un fuerte dolor se apoderara de esta, a su vez dejando atrás a aquel lobo gris platinado que había venido a rescatarme de las garras de aquel monstruo tenebroso y gélido, glacial, desde el otro lado del bosque el lobo dejaba denotar toda su impetuosa y delineada dentadura, mientras gruñía quejándose y mostrándose molesto, enfadado.
-Estaré a tu lado tan pronto, que ni siquiera notaras mi ausencia, no tendrás tiempo de echarme de menos, volveré a por ti, y esa es una promesa que sin duda cumpliré.- Dijo El vampiro, dejando su frio aliento sobre mi oreja, haciendo que todo mi cuerpo se erizara, dejo uno de sus helados besos sobre mi mejilla esparciendo sobre mí su aliento mentolado, -no te olvides de algo, quizás lo más importante de todo en cuanto te he contado, te pertenezco, con tan solo una mirada ya te pertenezco, te quiero.- y habiendo dicho esto, desapareció , dejándome sola y… destruida, el volvería y con solo esa afirmación todo mi cuerpo convulsionaba debido al temor, al miedo.
Sentí mi cuerpo colisionar sobre el suelo en el instante, en el que sus pétreos y congelados brazos dejaron de sostenerme, me sentí destrozada, partida, quebrada como si se tratase del más fino, delicado y frágil cristal dividido en millones de diminutos fragmentos.
Me deje caer sin fuerzas sobre el suelo, sufriendo un segundo desmayo en el agobiante, fúnebre, sombrío y patético día, dejando que la impecable e impoluta inconsciencia se apoderara completamente de mí, mientras que mis labios expulsaban sollozos y mis ojos dejaban caer lagrimas sin control, casi con locura aun teniendo los ojos cerrados, solo me deje llevar por aquel frio, gélido e incandescente sopor, por aquella incandescencia glacial, que aunque fuera un poco, aliviaba aquel profundo y lúgubre pánico que se apoderaba de todo mi ser a grandes pasos.


-¿Sam?, Si soy yo.- Escuche la voz de Collin, como si de repente estuviera en la distancia, demasiado lejos, y yo solo lograra captar un leve susurro, parecía nervioso, llevando du voz a un punto más allá del histerismo.
-Le ha pasado algo a Claire, así que siéntate y trata de calmarte, no, no, no, no, no, ella ahora está bien, está un poco más calmada…
-¡¿QUIERES CALMARTE MALDITA SEA?! ¡Me estoy poniendo nervioso, y ya lo estoy lo suficiente!, ella está en mi casa conmigo, acostada en mi cama…
-Sam estaba con un vampiro, ella estaba en shock, ¡SI UN VAMPIRO ENTIENDELO! Si, si, el maldito escapo, los chicos están tras él, solo la he traído hasta aquí, no la dejaría allí… fueron Jacob, seth, Thomas, Raphael, Paul, Embry…
-¡¿YO QUE MIERDA VOY A SABER DONDE ESTABA QUIL?! ¡NO! ¡NO ESTABA CON ELLA! ¡ASI QUE PREGUNTALE A EL!
-Ya lo siento… es que sabes que eso me pone malo, o mejor pregúntale a Jacob, el aseguro haberla dejado en la casa Ateara sana y salva luego de la escuela, y dijo que Quil la llevaría a casa…
-Vale… ella pasara la noche aquí, me da miedo que al vampiro se le dé por volver…  tranquilo Sam, no la tocare, antes Quil me mata o me castra, si lo sé, lo sé, lo prometí, di mi palabra…
-Vale Tío, Adiós.


-Collin…- mi voz salió temblorosa y un poco ronca debido a todos los sollozos y las lágrimas que había expulsado en todas estas agónicas y dolorosas horas de inconsciencia, me sentía débil, frágil, desfallecida, como sería la gravedad del asunto que no sentía mis extremidades, me sentía flácida como si hubiera estado en una profunda narcosis o coma durante un extendido letargo adormilado…
-¡Haz despertado! ¿Cómo te sientes?- me pregunto tratando de controlar su ya de por si emocionada voz y decirlo todo en un susurro, cosa que fue inútil, se acercó lentamente a la cama y se arrodillo ante esta, agacho su cabeza dejándola a la misma altura que la mía, que se encontraba sobre un gran almohadón blando y suave.
-Bien… creo… aunque me duele la cabeza… y me arde el estómago, creo que tengo un poco de hambre…- dije sonrojándome por tenerle que causar molestias, sentí la sangre llenando por completo mi cara cosa que sinceramente no creía posible en esta circunstancia.
-Ohh vale... te prepare algo de cenar, es decir para los dos, yo también tengo hambre espera aquí- dijo antes de levantarse, se inclinó sobre la cama y poso sus labios sobre mi frente, luego se fue, saliendo por la puerta y dejándome un poco más aturdida y confusa que antes.
Su cuarto estaba pintado de un color gris lo cual me sorprendió, Collin era un chico tan activo y enérgico que muchas veces había pensado que en su cuarto encontraría un arcoíris en cada pared, y mensajes como “Vive la vida loca” o cosas por el estilo, pero en vez de todo ese solo se encontraba un cartel en la pared que mostraba un lobo aullando a la luna y que tenía en letra gruesas impresas “THE WOLF” y más abajo y con letras más pequeñas tenia grabado “Lobo Hombre en Paris”, mis mejillas se curvaron tratando de formar una sonrisa, pero con tan solo ese movimiento facial sufrí un terrible dolor, gemí ante esto y volví a recostar mi cabeza sobre el almohadón, para así poder descansar otro poco y quizás, solo quizás aliviar un poco el suplicio y la tortura.
Aun acostada trate de mover los dedos de mis pies y los agarrotados dedos de mis manos, igualmente comencé a hacer gestos y expresiones extrañas en mi cara, inclusive yo diría que hasta graciosas, con el fin de despertar y relajar mis adoloridos y agarrotados músculos, poco a poco fui haciendo lo mismo con mis brazos y mis piernas relajando y fortaleciendo articulaciones hasta que sentí sobre mí la suficiente fuerza para levantarme de la cama, al comienzo solo sentí un ligero dolor en mis piernas y un leve mareo en mi cabeza, pero luego de avanzar unos cuantos trémulos pasos y de parpadear algunas veces el dolor se disipo.
Salí de la habitación y me encontré con tres diferentes puertas más en el pequeño y reducido pasillo, todas estaban cerradas, con pasos desequilibrados baje las escaleras y me dirigí a la cocina, allí se encontraba Collin lavando algunos platos sucios, fije mi vista en la estufa y me sorprendió al no ver nada.
-¿Y la comida?- mi mente era un collage de pensamientos y preguntas interminables.
-Ohh he pedido un domicilio, ¿Te gusta la pizza cierto?- pregunto frunciendo el ceño, se veía realmente preocupado.
-Sí, si me gusta, así que… ¿Dónde estabas todo este tiempo?
-Entre en fase para que me dieran el inventario de la revisión del perímetro, ya sabes… para asegurarse de que…- dudo por unos segundos- el vampiro no este por aquí rondando, así que debes estar tranquila, lo encontraremos y estarás a salvo.- dijo dedicándome una mirada tierna y tratándome de infundirme el valor que en este momento no tenía.
Me limite a asentir con mi cabeza mientras acomodaba mechones de cabellos sueltos y rebeldes que se esparcían sobre mi cara y mi frente y me impedían ver con total claridad, con delicadeza los situé atrás de mis orejas.
-Si quieres puedes bañarte- dijo mirándome y sonriendo divertidamente, -La verdad es que tienes muy mala pinta,- estallo en carcajadas, mientras yo fruncía el ceño y levantaba una ceja en gesto de duda.
-No tengo ropa, así que mejor no- dije esquivando su penetrante mirada, y manteniendo mi vista fija en mis pies descalzos, Collin debía haberme quitado mis tenis.
-Puedes ponerte algo mío… no lo sé… apostaría que una de mis camisas te queda bien… quiero decir a ti todo te queda bien, bueno… quiero decir quedarte bien como una bata de dormir- sus mejillas se sonrojaron he hicieron que me perdiera en sus avergonzados y profundos ojos.
-Bueno, entonces iré a bañarme, ¿vale?, no subas…
-Vale, ni que tuviera algo que mirar, aquí te espero, seguro que cuando vuelvas ya está aquí la pizza- y al decirme esto Salí riéndome por la incómoda situación, camine lentamente desde la cocina y subí los peldaños de las escaleras con cuidado, luego de pasar por el pasillo con las puertas cerradas, entre a la habitación de Collin la cual tenía un baño interno, sin pensar demasiado me dirigí sin prisa hacia el baño, cerrando la puerta de la habitación a mis espaldas, practica y lentamente corrí hacia la ducha, la cual me llamaba a gritos, sentía mi cuerpo entumecido aun, solo que un poco más aliviado, todo de mi estaba agarrotado, sentía dolores en mi estómago y pinchazos detrás de mis ojeras. Me desvestí, La ducha fue relajante, el agua caliente ayudo a controlar mis desorbitados nervios y a aclarar un poco mi mente debido a todos aquellos sucesos, sensaciones e incidentes que me habían ocurrido el día de hoy, me deje llevar por el agua caliente que me servía como borrador, trataba de desterrar todos aquellos recuerdos amargos y espeluznantes de mi cabeza, así como el drenaje se llevaba el agua consigo.
Al salir de la ducha me seque con una amplia toalla blanca que se encontraba en el baño, la cual debido a su tamaño supuse que era de Collin, literalmente me fui corriendo al armario de Collin, me deje puesta mi ropa interior y mi sostén, en el armario habían demasiadas camisas y camisetas, pero llamo mi atención aquella camisa verde con cuadros negros manga larga, aquella que Collin me había prestado aquel día en el que casi nos besamos  y aquella camisa que el mismo día al llegar a casa le había devuelto, me la puse y la verdad es que me quedaba inmensa, y bastante corta, pero sin embargo tapaba lo justo.
Luego de abrochar los botones y dejando solo dos sin abotonar, que dejaban relucir y denotar solo un poco de mi pecho, de peinarme detenidamente cada mechón de mi cabello, me decidí a bajar aún con los pies descalzos rumbo a la cocina, me detuve en la puerta de la cocina, y solo fije mi vista en los movimiento que Collin hacía, estaba viendo la pizza y saboreándola, luego se dirigió al congelador y saco de este un botellón de jugo de naranja y lo dejo sobre la mesa, al parecer él no había notado mi presencia, así que lentamente camine hacia el interior de la cocina y sin pensarlo demasiado tome impulso con mis pies dejando firmes mis brazos sobre el mesón, brinque un poco y me senté sobre este, dejando que mis piernas colgaran, balanceándose, comencé a jugar con ellas, a dar patadas en el aire y así mismo haciendo círculos con mis pies, me pregunte si mi faceta de porrista seria fácil, la verdad es que yo tenía un poco de agilidad con mis movimientos y bailaba muy bien y de pequeña había aprendido a hacer algunas piruetas viendo a Vanessa practicar para las porristas y un sin número de eventos de esta categoría, pero jamás había pensado que yo haría parte de un proyecto tan macabro como lo eran las animadoras, la mayoría de ellas siempre lucían su uniforme todo el tiempo, haciendo denotar que tenían un poco más de poner en la institución que los demás, por ser más bonitas, por ser más agiles, y por haber ganado incontables trofeos que dejaban al instituto quileute muy alto.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que ni siquiera me había fijado en que Collin tenía su vista pegada a mí, me traspasaba su insoldable, abismal, penetrante y aguda mirada, sus ojos Cafés no se despegaban de mi cuerpo, estaba absorto, inmóvil, prácticamente petrificado con la caja de pizza en sus manos, me sentí tan incómoda en este momento, no sabía qué hacer, así que con un solo movimiento aparte los cabellos que se esparcían por mi cara y los situé detrás de mis orejas…
-Si quieres puedo ponerme otra cosa- dije para tratar de llamar su atención y que dejara de mirarme de esa manera tan atosigante y abrumadora.
-No… tranquila… te vez bien… muy bien… demasiado bien- y diciendo esto tosió un poco, solo pude reírme de la situación y de cómo se refería a mí no tan apropiada vestimenta.
Con sus pasos un poco trémulos e inseguros  que daban la apariencia de que él estuviera sobresaltado se acercó al mesón y coloco justo a mi lado la caja de pizza, se quedó mirándola fijamente, como si esta tuviera un código incrustado o algo por el estilo, como si fuera tan importante, significativa y sustancial que era premiada con absolutamente toda su atención.
Sin pensarlo demasiado abrí la tapa de la caja de la pizza y con mis manos tome una porción, me la metí a la boza como una misma animal, el hambre me carcomía por dentro, llevándose consigo todos los valores para la mesa que poseía, la pizza estaba como los dioses, me sabia a gloria…
Una…
Dos…
Tres…
Tres pedazos de pizza había engullido, tres de cuatro que traía el pedido, a todas estas, entre tanta comida, me había olvidado por completo de Collin, cuando lo vi, su cara denotaba burla, tenía estampada en la cara una gran sonrisa y mientras reprimía carcajadas, hacia negaciones con la cabeza.
-¿Quieres ver televisión un rato antes de irte a dormir?- me pregunto apagando su risa y dedicándome una mirada fija tan penetrante como estremecedora.
-Claro… aun… aun no tengo sueño- parecía una completa idiota hablando, sus miradas me cortaban la respiración, me dejaban sin aire, haciendo que tartamudeara, me tendió los brazos y de una manera sorpresiva los enrosco alrededor de mi cintura,  con un movimiento suave mis pies tocaron el suelo, fue entonces cuando caí en cuenta que me había bajado del mesón cosa que desconocía desde el instante en que sentí sus manos en mi cintura, note que estaba pegado a mí, me bloqueaba el paso, yo me encontraba entre la barra de la cocina y el, su ardiente cuerpo, vino a mi mente la frase “entre la espada y la pared”, esta frase me parecía perfecta justo en este contexto, toco mi mejilla con un suave roce, tan leve como las alas de una polilla, luego dejo uno de sus largos dedos sobre mi barbilla, y acerco nuestros rostros, pegándolos lentamente, supe lo que pasaría en este momento, así que ante esto solo pude cerrar mis ojos y soltar un leve y frágil suspiro de rendición.

*HOLA CHICAS!! :D
Nat aqui!! Reportándose después de estar desaparecida :D
LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, A veces simplemente no puedo evitar extender el tiempo que me toma escribir un capitulo, así que compréndanme un poco :D, este capítulo fue sumamente difícil para mí, porque además de bastante complicado es extenso, y es por eso que he tenido que dividirlo en dos partes, se preguntaran, ¿Chica y porque no pusiste el resto en otro capítulo, por separado, porque cortarlo en dos partes?
FACIL! Este capítulo pienso yo que es el más importante de toda la historia, así que quiero que lo observen bien, cada pequeño detalle, cada palabra es indispensable, tanto en esta parte como en la próxima se muestra un cambio sustancial en la vida de Claire es por esto que lleva por nombre ‘SECUELAS VAMPIRICAS’, Porque desde la llegada del vampiro y la reacción que produce en Claire toda ella cambia, todo su mundo se transforma, y así su personalidad toma un giro de 360 grados, bueno la historia es la que cambia en todo, es por eso Que amo al vampiro :D.
 De antemano les ruego que me perdonen por la ausencia de Collin en el capítulo pasado :D, Y AQUÍ LO TIENEN, prácticamente todo un capitulo con Collin *---* AMO a Collin, y Yeahh!! Yo no soy Team de Nadie jajajajajaja, Ohh Bueno, si soy Team…. Pero eso se los diré Luego :D, Después dicen ‘Esta Chica tiene Preferencias’ y Nahhh, esa no es la idea :D
Dejen sus dudas, y sus comentarios, incluso sus críticas o sus opiniones, siempre estoy abierta a todas las sugerencias :D incluso muchas de ellas Las tomo en práctica y las ubico en diferentes contextos, su opinión y los comentarios, creo que es lo más importante que posee el fic, así que déjenlos, me hacen REALMENTE FELIZ! Cada vez que veo un comentario *-*, Pronto les traeré la parte 2 Se los Prometo :D
PD: Lo siento De nuevo, se los recompensare, El próximo capítulo esta de muerte, jajajajajajaja Si este les gusto, el próximo lo amaran :D
GRACIAS A TODÅS Y TODOS POR LEER, Me hacen muy Feliz :D, Un Beso!!, Si Quieren Hablar conmigo Solo deben agregarme a mi Msn es natalia_p_c , estoy allí casi todo el tiempo, sin más…
Natalie Mars*

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Palabras D apoyo *-*