Colisión Ineludible, Capitulo 1/ By: Jenn Smith

Colisión Ineludible

Capitulo 1, Sucesos trascendentales

Pov. Bella

Mi mundo se desmorono en una tarde cualquiera, al enterarme que mis padres estaban plenamente convencidos en separarse. Lo que más me duele es que ni siquiera me consultaron, no les importo lo que yo estuviese sintiendo. Pero me consideraba lo suficientemente madura como para entender que el amor es como una rosa (delicada) si no la riegas a diario se marchita y para mis padres su matrimonio estaba irremediablemente marchito casi que muerto. Sin embargo lo que más me asombro fue su capacidad para ocultarme las cosas; delante de mí fingían ser un matrimonio perfecto, donde todo era amor, respeto y apoyo, pero tras bambalinas era una guerra de sexos. Quizás por eso al enterarme de tan terrible noticia, quede estupefacta, sin poder razonar ante tal situación que sin duda alguna me había tomado por sorpresa.

Mi nombre es Isabella Swan, pero de cariño me decían Bella. Tenía tan solo 14 años, una chica entre los estándares sociales “normal”; amigable, sociable y extrovertida.

Desde el momento en que mis padres deciden separarse, empieza la disputa de quien se quedara conmigo, era fatal presenciar tal situación me sentía como una hiena en medio de una manada de tigres, estaba atrapada. Era tan difícil decidir con cual de mis padres quedarme, pero por naturaleza sentía más inclinación hacia mi madre, así que decidimos mudarnos a otra ciudad lejos del bullicio pero más que todo de los recuerdos.

Empezamos desde cero, para mí fue sumamente difícil adaptarme a tantos cambios. Comenzando porque había dejado a mis amigos de toda una vida, y sabía que la distancia produce lejanía y las cosas no volverían a ser las mimas. Antes de irme me despedí de ellos, llore al revivir tantas travesuras, que hoy al recordarlas me desgarraban el alma; ellos me entregaron tarjetas, cartas y objetos que simbolizaban cariño y amistad eterna, pero por más que ellos me decían que me querían mucho, yo me sentía triste al saberme lejos de su compañía. Además estaba próximo mi cumpleaños número 15, algo que la mayoría de las chicas esperan para hacer una gran fiesta y yo no era la excepción. Pero ahora en un sitio totalmente desconocido no tenía amigos y mi fiesta quedaba automáticamente anulada. Ese día mi mama me hizo un pastel y me canto el cumpleaños, desafortunadamente se tuvo que ir, ya que había conseguido un empleo y a decir verdad lo necesitábamos con urgencia, porque lo que papa mandaba no era suficiente.

Ese día me deprimí y más aún con la llamada que recibí de varios de mis amigos, porque recordé los preparativos que había hecho para mi fiesta y el gran día había llegado y yo estaba más sola que nunca. En medio de mi melancolía, y de la tristeza que me inundaba  decidí salir de mi casa, me sentía asfixiada.

Me vestí de negro, era una forma de expresar mis sentimientos, porque por dentro me sentía muerta. Al salir de mi casa pude percibir un ambiente gris, nublado, con un aire de melancolía, era la descripción abstracta de como yo me sentía.

En medio del camino, alcance a visualizar un parque, pensé que era buena idea descansar, así organizaría mis ideas y trataba de buscar la forma de sentirme feliz.

Al estar allí, me entro una enorme sensación de llorar, no pude aguantarlas, sentía un nudo en la garganta que me atragantaba y una gran presión en el pecho. Las lágrimas salían a montones y no podía llorar en silencio, cualquiera que estuviese cerca podría percibir mi llanto. Solo me incomodaba algo, y era un joven de aspecto extraño que se encontraba en el parque y me observaba con cierto grado de asombro.

En un descuido  por intentar secar mis lágrimas, sentí alguien al lado mío, de inmediato mire quien era y para mi sorpresa era el extraño joven. Había un silencio incómodo entre los dos, por mi parte sentía desconfianza y un poco de vergüenza por el estado en que me encontraba y me imagino que por parte del joven había una gran curiosidad por saber que me pesaba

Tome la iniciativa de hablar y le pregunte que quería y el solo se limitó a decirme ¿Qué te pasa? Su pregunta fue tan directa que me dejo sin palabras…no quería decirle porque me encontraba en ese lamentable y a la vez preocupante estado. Pero al decirme confía en mi te puedo ayudar, sentí que había alguien dispuesto a escucharme y eso era lo que más necesitaba en ese momento.

Con gran timidez le dije soy nueva aquí, no conozco a nadie y hoy es mi cumpleaños…en ese momento se me quebranto la voz y no pude continuar. El prosiguió a decir: supongo que estas triste porque te sientes sola en una fecha tan especial. Fue como si me hubiese leído la mente, yo le dije un si con la cabeza. Aún estaba afectada y el entendía que no era fácil contarle todo de una vez.

Continuo diciendo yo llevo un buen tiempo viviendo aquí si deseas podemos ir conociéndonos así no te sentirás tan sola y encontraras alguien con quien platicar.

Mi nombre es Edward Cullen, tengo 18 años y estoy próximo a entrar a la universidad a cursar la carrera de medicina.

Vivo con mis padres y mis 4 hermanos. Soy un aficionado a la colección de autos me encanta la música, toco el piano y la guitarra. Como persona soy tímido, introvertido y muy reservado.

Al escuchar esto me exalte un poco y pregunte si es cierto que eres reservado e introvertido entonces ¿Por qué me hablaste? Suena algo contradictorio y el me explico de una manera serena: es que contigo me paso algo raro, apenas te vi sentí la necesidad de hablarte

Esto me dejo confundida, empecé a sospechar de que se trataba de un lunático o un bipolar…en ese momento solo quería salir huyendo. Apenas percibió que me levante con un gesto de estar dispuesta a marcharme me tomo de una manera tan frágil del brazo y me dijo: por favor quédate y no tuve el valor para decirle que no.

Para tratar de calmarme y de dar respuesta a todas mis inquietudes me dijo que me vio tan triste que se conmovió y quiso saber que me pasaba para tratar de ayudarme…su respuesta me tranquilizo un poco.

Me invito a tomar un café y yo sin razonar mucho acepte, no sé qué era pero él tenía algo que aunque me costaba trabajo reconocerlo me producía paz.

Al estar en el restaurante mi semblante cambio y debí reconocer que fue gracias a Edward su actitud de querer ayudarme me hacía sentir segura. Le hable un poco de mi vida y lo puse al tanto de las ultimas eventualidades que estaban a punto de volverme loca. Se rio y me dijo que era un poco dramática a lo que yo rebatí que él no sabía cómo me sentía porque no estaba en mis zapatos así que no tenía ningún derecho a juzgarme. A lo que el tomo una actitud un poco molesta y yo me sentí mal por la forma en que lo trate…me toco dejar mi orgullo aun lado y pedir disculpas, y el me respondió tranquila intento comprenderte. Me sentí como una estúpida, un chico guapo estaba tratando de ayudarme y hacerme sentir mejor y yo por el contrario me comportaba de manera grosera y desconsideraba. Logre estabilizarme para que todo volviese a la normalidad.

 Perdí por completo la noción del tiempo y cuando quise reaccionar ya era tarde y  había salido de mi casa muy temprano sin decirle a mama donde estaría por lo que era de suponerse que la encontraría angustiada. Me apresure a decirle a mi nuevo amigo que me tenía que ir, y él me dijo que me llevaría pero yo no le quise dar más molestia y tampoco quería que mi mama hiciera conjeturas suponiendo  que tenía un novio. Así que me despedí de él dándole un beso en la mejilla y el me pidió mi número de celular a lo que respondí que no tenía. Quería hacerme la difícil.

Tenía el concepto de que las chicas fáciles no son tomadas en serio y yo no estaba dispuesta a ser una más del montón. Tenía que darme mi lugar. Pero como no quería dejar de verlo opte por sugerir que nos encontráramos al día siguiente en el mismo lugar, y el asintió  y propuso que fuera a las 4:00pm y yo estuve de acuerdo.

Al llegar a casa mama estaba más que angustiada yo diría que bastante enfadada…era de comprender yo me había ido de la casa sin explicación alguna, me dijo que era una irresponsable, una desconsiderada y todas esas palabras iban acompañadas de gestos intimidantes, hasta llegue a pensar que me pegaría, luego que estuvo un poco más calmada le explique que me había ido a un centro comercial y se me había ido el tiempo sin percatarme de la hora que era…pensé que no me creería, ella estaba tan molesta, pero agregue que como podía estar con alguien mas si yo no conocía este lugar, a lo que ella me dio un poco la razón, pero tardo en perdonar mi escapada.

Tenía muchas ganas de volver a verlo, así que comencé a imaginarme como seria nuestro primer encuentro, al llegar la noche no podía quedarme dormida, a mi mente llegaba su silueta, nunca había sentido algo tan fuerte por alguien y mucho menos por un aparecido.

Cuando empezaba a amanecer me levante y me asome por la ventana, era hermoso ver el sol saliendo y sentir esa brisa fría rozando mi rostro. Mama tenia que irse temprano al trabajo, se sorprendió al verme despierta, ya que por lo general solía levantarme al medio día, amaba dormir hasta tarde.

Ese día como nunc tenia una energía impresionante, me desbordaba, me sentía como hacia mucho tiempo no lo hacia ¡Feliz! En busca de hacer algo se me ocurrió limpiar mi cuarto y por ende toda la casa, al finalizar todo quedo tan reluciente que era difícil creer que yo lo hubiese hecho. Viéndolo desde otra perspectiva todo era una analogía en donde el cuarto representaba mi alma, lo más profundo de mí ser y la casa simbolizaba mi cuerpo, porque si interiormente no estaba bien, exteriormente tampoco lo estaría, de esa forma todo estaría en orden y en paz.

Para estar linda cuando llegara el tan anhelado momento, empecé por arreglarme con 2 horas de anticipación, así podría ultimar cualquier detalle que quisiera aparecer de improvisto.

Deje todo resuelto con mama, le dije que iría a cine, ella se quedo un poco asombrada, no es común que alguien valla solo a cine, pero de igual forma no le preste mucha atención al asunto.

Por fin llego el momento des esperado encuentro, estaba nerviosa peor las ganas de verlo eran mucho mas fuertes. Él ya estaba ahí esperando por mi, se veía tan… hermoso, sentí un cosquilleo en la panza, me temblaban las piernas, cuando fijo sus ojos en mi, su rostro se ilumino con una reluciente sonrisa. ¡Todo era mágico!

Luego de ese despampanante primer encuentro, nuestras vidas nunca volverían a ser las mismas.